lunes, 21 de enero de 2008

Dulce sátira de uno mismo; autoretrato de lo que podría ser.

Dicen que soy raro, que no entro en el común de los seres, que mi forma de ser no concuerda con los demás…puede que sea cierto, puede que sea la antitesis del modelo del hombre de hoy.

Normalmente hago lo que gran parte de la gente ni se daría la molestia de hacer. Colecciono anécdotas que la mayoría de las personas quisiera olvidar; pequeños momentos, para muchos irrelevantes, y que son tesoros, pero que para muchos serían solo fuente de penas y desolación; experiencias para guardar y pensar todo lo que he superado ya, que esta vida no puede ser sólo buenos momentos.

Veo cosas, lugares, objetos, escenas de las cuales la gente ni se percata… ¿a la nada?...a lo irrelevante dicen; pero es más que eso…al amanecer y el atardecer, patente recordatorio de que los días pasan y somos testigos de ello y seguimos vivos, para agradecer, para seguir sintiendo, queriendo, y sufriendo, por que no, para decirse a sí mismo: “¡estoy vivo maldita sea!”.

Imagino y pienso cosas que la gente prefiere obviar, que encuentra impensables, descabelladas, y más aun, imposibles de llevar a la práctica…”un mundo mejor”…un mundo mejor comienza cuando la persona del lado empieza a ser feliz, si podemos hacerla sentir bien, y darle a entender que ella tambien puede cambiar al mundo, entonces esa “utopía” de la que me hablan se hace menos utópica.

Pensar, sentir, hacer, agradecer, son cosas que jamás deberíamos olvidar….

Pensar en su justa medida las cosas, sentirlas, emocionarse con ellas, bañarlas de convicción, para luego realizarlas…y agradecer, agradece cada momento de sentirse vivo, de tener privilegios que cualquiera no tiene; algo de libertad, pensamiento, educación, etc, y que gran parte del mundo sigue añorando, o lo ve solo como un cuento más. Agradecer no importa a quien, si se hace a Dios, a los que te rodean, a las oportunidades que te han llegado, poco importa, ese “Todo” siempre se verá tocado, ese “Todo” siempre te responderá para bien o para mal, pero siempre para ti, para ser mejor, para seguir luchando y sentirse vivo una y otra vez, para inspirarte, darte su esencia. Siempre.

¿Raro?, puede que sí, o que no, pero si una cosa: intentando ser feliz.