miércoles, 23 de julio de 2008

Pseudología anancástica despersonalizada y otras volás anexas

Temor, dudas, sobresaltos, contrariedades, dudas de nuevo....veo a mi alrededor; nada de que temer, a lo más mi reflejo, otrora niño sonriente, ahora post-adolescente aletargado, aburrido, contrariado, exhaltado en todo aspecto hasta el punto del hastío, con pugnas variadas, interiores, intrapsíquicas, dominado por un Súper Yo cruel, despersonificado, que no me entiende, que no me quiere como soy y me cambia como me quieren los que me quieren caído y poco pleno. Un Yo loco, medio aburrido, a veces dice que sí, otras que no, impulsivo ya por inercia, más que por necesidad, incoherente ya con el todo que me rodea y a lo que rodeo; un Ello, mutilado, acusado con múltiples dedos, puesto en la gillotina, en als sombras, maquinando sus últimos actos, queriendo ser libre, féliz, siendo el sentenciado a muerte por sólo querer ser, por sólo existir y querer hacerme ser menos humano y más niño...el Yo lo mira, se pregunta si ayudarlo o no, realmente está entre la espada y la pared, su jefe el Super Yo lo vigila, y tal vez hasta lo mande a cortar cabeza después si no se comporta.
Fuga disociativa, paisajes verdes de Noviembre, rosas y niños tirados en el pasto; bolitas rotas de tantas chitas a su haber; triciclos oxidados en lluvias de Agosto; sí, Agosto, mes de de los mininos, tiernas criaturas que no tienen nada de tiernas las criaturas; sí, criaturas de la re puta, no se les odia ni se les quiere cuando se les conoce bien, se les respeta...¿Por qué respeta?; podríamos basurearlos como a los perros...Sí, los basureamos, los queremos por qué son esclavos, es obvio, amor y apego todo mamífero con corteza límica-emocional puede sentirlo, los gatos también...¿ Dije que los gatos eran tiernos?, sí al final es enternecedor escuchar esa vibración loca cuando los acaricias, como un fremito, el mismo de las fístulas arteriovenosas, que tiene los dializados.

Fuga disociativa, correr lejos, correr más que nada de uno mismo, de tu desesperanza, de tu hipocresía...¡deja de sufrir, dejate sufrir, y así termina de sufrir!...olvida, olvídalo todo, de qué sirve recordar quién eres, si tal vez ni te reconocerías a tí mismo de cómo eras hace un tiempo, resignado a tantas cosas y reacio a las que estabas resignado, no, no resignado, enamorado antes; ¡qué palabra!, amor, amor, amor, Roma, Omar, Ramón, Remar, Mear, amar, amor....sí....a todo esto, ¿ Qué es amor?...amor es una función psíquica, una catexia, desde el punto de vista psicoanalítico Freudiano, asociando desde el ello, naciendo de sus pulsiones la capacidad de darle significación emocional, para búsqueda de placer, a cierto objeto de la realidad...¿Pero, no que el Ello está recibiendo su extremaunción?, ¡que alguien haga algo!, fuego fuego, llamen a los bomberos...y llegó el general, sí, el general Pinochet, el general Hugo Chavez, El general Oscar Bonilla, el Pelao Prat, Manuel Rodriguez, Stalin, el Chapulín colorado, y por último, el más enajenado de los generales, el más terrible, desquiciado y genocida...Super Yo...¡Oh!, todos los presentes dirán " qué nombre más de miembre de liga de la justicia", a decir verdad poco de justicia tiene, por que nos quita de cierta forma algo que nos mantiene sanamente patéticos...¿Patéticos?...y es que patéticos , etmimologicamente hablando, y referido al término griego παθητικός (patheticus) "sujeto a sentimientos, capaz de tener emociones,sentimientos", dijo el amigo Wikipedia, que nunca está ajeno a estas conversaciones. Las decisiones priman, es hora de tomar resoluciones, de ser o no ser, ahí están los dos hermanos, gemelos, odiados, paridos de la misma maire, entre gritos del universo y de una humanidad entre la iluminación y la putrefacción, Eros, el vivo, el libidinal, el querendón, el querido, el que te quiere, se quiere, me quiere...y por ahí, planeando como terminarse, Tánatos, el que no se quiere, no te quiere, y no me quiere. Por ahí está Ágape, parece que es adoptado, Dios nos lo tiró, pero pocos lo pescan, así que juega ping-pong con la pared, paredes de la mente que no te dejan tranquilo. Cada uno aconseja que Ello, por muy Ello que sea, y aunque haya hecho todo Ello, tiene que salvarse, somos uno y tres, somos divinos y mundanos, somo trinitarios, en todos los sentidos, Ello, Yo, Super Yo; Eros, Tánatos y Ágape, somos Biología, psicología, sociología (antropología grita ser incluida), somos filosofia, ciencia y arte...somos yo, tú, nosotros, o sea, todos.

Soplidos hacen olvidar todo, se terminan los conflictos, se estrechan las manos, se acaban los líos...eso no pasa de verdad, ni en la mente, ni en el mundo, ni en el universo, las marcas y vestigios de destrucción no se borran, evolucionan enmandando la destrucción, como la nebulosa, o la acentúan, como el agujero negro...perdón, redención, o más y más malicia. Las heridas quedan , las cicatrices son trofeos para mostrar, no para temer, para mostrarse a uno y decirse: "Qué wena que la pase así de mal, tal vez si no hubiera pasado por eso diría que sigo como las pelotas"...¿Hable de los gatos?.

martes, 27 de mayo de 2008

La contrariedad misma

Hay veces que ya no soporto más la ideaita de ser idealista o amable; a veces no soporto la idea de ser fiel a mis ideales o consecuente con mi corazón....entonces, ¿por qué sigo incansablemente esos designios a cada rato?; si se supone que debería odiar, debería de ser el tipo despectivo, irónico, burlón y lejano con la gente que ya no soporto verla, ¡y se da todo lo contrario!. ¿ No será parte de la contradicción humana?, mancillar nuestro orgullo cada vez que podemos, para luego exhaltarlo con la cosa más mínima. O será que nuestro orgullo nos pasa la cuenta, nos golpea y cae como una tonelada de mármol sobre nuestra conciencias; por la boca muere el pez dicen, y así mismo con lo que uno piensa; por que la coherencia existe de por sí fácilmente en los actos viscerales, pero en los actos medidos, planeados, escatimados y descritos con antelación, prolijidad, lujo de detalles, y/o, por qué no, alevosía, las cosas se corrompen, nuestros ideales se derrumban...caen como la Torre de Babel queriendo llegar al cielo incluso antes de poner la primera piedra algunas veces. ¿ Es nuestra culpa?, ¿es un juego divino?, será que no podemos hacer lo que queramos, que desde un deseo fugaz hasta un titánico plan no son más que una niñería, y si son una niñería, para que los vamos a planear, hagámos las cosas y punto, así salen más fácil y si van bien, van bien, y si van mal, así tendrán que ser las cosas.

¿Por qué entonces no puedo exhaltar esa parte despectiva de mi, pese a estar dañado, al tener esa presencia como un estigma que me carcome la conciencia y el duodeno?...dicen que se llama cariño, estima por lo menos...entonces,¿ ese "deseo del corazón existe"?, pues parece que sí, y no es coherente con nosotros, sino que es coherente con lo único que vale la pena darse cuenta: la realidad, más que nuestra volátil mente.

Ahora que la realidad sea relativizable, que hasta el mismo tiempo sea una conveción humana arbitraria nacida de simples percepciones, escatimables por nuestro deseos subconscientes es otra cosa...

Parece que lo que dicen las abuelitas en este cosa igual es acertado:" Siga lo que dice su corazón, mijito". Y todavía no sé que diantres quiere decir.


mmm....da para NO PENSAR más este temita.

sábado, 8 de marzo de 2008

Pensamiento Ondulante...

Racionalizando lo iracionalizable, uno piensa hasta qué punto uno puede creer, entonces, recurrimos a nuestro intelecto para buscar razones; por ejemplo, la existencia de una presencia divina, creadora de todo y de todos, desde el centro hasta los confines del universo, de mares y guerras, sucios y pobres, del bien y del mal, de la bondad y la lujuria, entre tantas cosas...Uno llega a cuestionar la perfección, otro lo acomoda a su beneficio, el otro se mantiene escéptico, expectante, o simplemente indiferente, otro le teme, otro la ama, y otro no sabe bien que hacer, algo le dice su sentim y otra cosa su mente...por ahí creo estar yo.

No busco que Dios venga a la tierra, toque a mi puerta y me diga “Heme aquí, dulce hijo mío, bendito producto de mi creación”, busco pequeñas certezas, aunadas en pequeñas razones, pero a la vez inmensas, escondidas, más por nuestras ideas que por el universo mismo y sus “misterios”. Tan fácil es para nosotros crear universos oníricos, realidades nacidas de tensiones y de vivires, de cosas que vienen y que van, y que se reúnen a modo de quinta de recreo en nuestra mente activa incluso cuando el cuerpo descansa; así podríamos ser, una dulce inquietud que bien podría tornarse pesadilla, para que el soñante despierte…y todo acabase.

Podríamos ser un simple juego, una prueba de otro ser que a su vez también busca certezas, y recurre a nuestro ir y venir para encontrarlas: un experimento.

Podríamos ser el fruto de la mayor de las bondades, pero también la mayor de las crueldades…o tal vez la mayor de las pruebas, el mayor beneficio, la mayor pena y alegría….o simplemente seriamos vivos para ESE ser…podríamos ser más que su fruto y su creación, su carne, su sentim, pensar y esencia…ser Él en parte, y si sufrimos él sufre, y así si reímos, gozamos; si ayudamos él nos dará ayuda, y si herimos, él terminará por herirnos, por qué seremos todos lo mismo al final de cuentas, una sola consciencia, un solo sentir y una sola razón….y no sé por qué me quedo con la última siempre.

No sé si llamarlo el punto final del relativismo, la razón unificadora, la verdad absoluta que abarca a las demás, todas variables por como se relacionan unas con otras…por ser la última razón y la primera, o por ser la bondad absoluta al dejarnos ser participes de su razón de manifestarse; que nosotros a su vez también lo hagamos.

Ese podría ser lo que llamamos Dios, que al final de tanto buscar razones, dejando un poquito la fe, nos terminamos conformando con una sola…la más simple de todas y que siempre estuvo en nosotros…entonces, ¿Para qué tanto raciocinio, señores, si terminamos en lo mismo, sólo con la “cándida e inocente” idea de creer simplemente por el arrebato de tu sentir, que no necesita razón alguna?

sábado, 1 de marzo de 2008

Divertimento Cognitivo...

Incendios de ideas

Lacerando mi conciencia

Usurpando mi felicidad

Saboteando mi existencia

Invocando a la inmortalidad

Olvidando toda esencia

Negando lo que era.

No sé que pensaba”, se dijo Leonardo, siguiendo su camino, dejando todo atrás, calmando su conciencia, con ideas convenencieras: “No importa lo que pasara, esto terminaría de todas maneras de alguna manera parecida a la de hoy, sólo derrumbe este castillo de naipes antes de que la mas mínima brisa o temblor lo botara”. Siguió su rumbo, pero algo lo hizo palidecer, detenerse…”Sí, no te preocupes, tuviste la razón…o puede que no, que el castillo hubiera ganado cimientos, y que nada lo hubiera botado…sólo tu que eras uno de ellos”…sacó un cigarro, lo prendió, pego una piteada con algo de ira, consigo mismo, con todos, con ella, con su contrariada conciencia, que volvía a arremeter: “sabes que estuviste mal, no lo niegues, tal vez no tenía nada de malo vivir eso…o simplemente vivir, las emociones son para eso, ¿o no?”.

Eso no lo entendía, o no lo quería entender, tampoco qué había hecho, qué palabras había desenfundado, o qué argumentos, por muy falácicos que fueran, y que pese a todo tenían algo de verdad…sus lágrimas, que el creyó de cocodrilo, su “altanera” actitud, que paso de sufrido “quédate conmigo”, a un ambiguo “no quiero volver a saber nada de ti”...su furia, su desamor, cosa que no lo sorprendía, ni el primer beso, tal vez si la primera mirada, pero no de la misma forma; no era una “atracción” como cualquiera, fue un interés a lo oculto, un desafío que quería desentrañar, un acertijo por descifrar, de manera fría y calculada, y cuando tuvo que demostrar algo más que simples análisis, cavilaciones, dejar de racionalizar lo que no se puede racionalizar, decide dar por terminada la historia: “Realmente fue un gusto conocerte, pero creo que debemos por el bien de los dos seguir con nuestras vidas”… Estaba caminando por la acera, en pleno parque, llegando al río, los árboles del mes de Junio anuncian su agonía y pesar con sus ensangrentadas hojas, que no aguantan el peso de sus tonos amarillos, marrones y rojizos y caen desvanecidas de manera tácita, a la voluntad del viento. Mirar cosas así lo conmovía, pequeñas cosas, pero todavía pensaba por qué no lo conmovía un beso, o un te quiero, o un abrazo, o esas cosas lindas que todos querían hacer y sentir y que se resumían en la palabra AMOR.”Creo que no entiendo la lógica de todo esto aún, ¿Para que dejarse llevar por cosas superfluas?, sabemos que no queremos a nadie ni que ni siquiera nos queremos a nosotros mismos, ¿Cuál es la idea de fingir estados de goce y éxtasis?”… a cada arremetida de su contestataria conciencia, más ganaba fuerza la idea de sentirse vivo, por un instante, uno solo, de saber qué era sentir, que era “vivir”, como todos decían, como ella le había dicho antes de que le diera la espalda a la pobre chica…”Vive, por favor, siente y vive, y sobre todo siéntete vivo una vez que sea”.

Se detuvo, estaba en medio del puente, viejo, pero cuidado, de formas bellas, que saludaba al río en su constante reencarnación con sus opulentas formas de granito; “Ya se que haré, me sentiré vivo, si no lo hice por medio del amor, lo haré por medio del dolor”…miró las aguas, la tormenta de hace pocos días lo había dejado turbulento, así como a su mente; no dudó, como siempre lo hacía, se dejó ir por su corriente, al decir:

“Hazme tuya, corriente imperecedera”…junto a unas últimas palabras:

“Si es la mente la que nos domina, si son las emociones, no lo sé; lo único que sé es que tal vez nunca debí saber nada”….


lunes, 21 de enero de 2008

Dulce sátira de uno mismo; autoretrato de lo que podría ser.

Dicen que soy raro, que no entro en el común de los seres, que mi forma de ser no concuerda con los demás…puede que sea cierto, puede que sea la antitesis del modelo del hombre de hoy.

Normalmente hago lo que gran parte de la gente ni se daría la molestia de hacer. Colecciono anécdotas que la mayoría de las personas quisiera olvidar; pequeños momentos, para muchos irrelevantes, y que son tesoros, pero que para muchos serían solo fuente de penas y desolación; experiencias para guardar y pensar todo lo que he superado ya, que esta vida no puede ser sólo buenos momentos.

Veo cosas, lugares, objetos, escenas de las cuales la gente ni se percata… ¿a la nada?...a lo irrelevante dicen; pero es más que eso…al amanecer y el atardecer, patente recordatorio de que los días pasan y somos testigos de ello y seguimos vivos, para agradecer, para seguir sintiendo, queriendo, y sufriendo, por que no, para decirse a sí mismo: “¡estoy vivo maldita sea!”.

Imagino y pienso cosas que la gente prefiere obviar, que encuentra impensables, descabelladas, y más aun, imposibles de llevar a la práctica…”un mundo mejor”…un mundo mejor comienza cuando la persona del lado empieza a ser feliz, si podemos hacerla sentir bien, y darle a entender que ella tambien puede cambiar al mundo, entonces esa “utopía” de la que me hablan se hace menos utópica.

Pensar, sentir, hacer, agradecer, son cosas que jamás deberíamos olvidar….

Pensar en su justa medida las cosas, sentirlas, emocionarse con ellas, bañarlas de convicción, para luego realizarlas…y agradecer, agradece cada momento de sentirse vivo, de tener privilegios que cualquiera no tiene; algo de libertad, pensamiento, educación, etc, y que gran parte del mundo sigue añorando, o lo ve solo como un cuento más. Agradecer no importa a quien, si se hace a Dios, a los que te rodean, a las oportunidades que te han llegado, poco importa, ese “Todo” siempre se verá tocado, ese “Todo” siempre te responderá para bien o para mal, pero siempre para ti, para ser mejor, para seguir luchando y sentirse vivo una y otra vez, para inspirarte, darte su esencia. Siempre.

¿Raro?, puede que sí, o que no, pero si una cosa: intentando ser feliz.

martes, 2 de octubre de 2007

Cuento de una suerte más blanca que negra....

Él caminaba cabizbajo, renegando de la negra estrella sobre su cabeza, de su soledad quejumbrosa, de su nostalgia a algo que no fue, sino sólo en su imaginación, sus sueños, sus más recónditos deseos. Vivía lleno de miedos, de esa constante superstición de los que sólo les queda creer en lo que no es suyo: el destino, la suerte, condenas pagadas en años de infortunio, que la sal, que el espejo aquí… Creencias nacidas del temor de los que no tienen más que creer en que la vida es una condena, no una oportunidad. Ella iba en el sentido opuesto, cruzando la esquina dos calles céntricas muy transitadas, preocupada solamente de atender y mimar a un tierno y querendón cachorro de gato, negro como el azabache. Pretendía que fuera su única compañía después de tanto desamor, tanto infortunio, como si el amor solo fuera condena, duelo; que su superstición estaba en entregarse al otro, en ser….simplemente ser. Sin darse cuenta, ambos complejos de dudas y temores andantes chocan uno con otro…el gatito se cae, casi de pie, su sentido le resulto, pero claro, sus patitas aun no podían con tal caída. Ambos, perplejos, recién despiertos del trance que los mantenía fuera de este mundo, sólo aciertan a recoger al minino…de pronto, entre las calles, los complejos y el gato que se recupera de su caída libre, dos almas se encuentran…Adiós complejos, existencias mediocres…Sólo los ojos, las almas hablando, gritando y celebrando un encuentro que podría, sí, podría ser por siempre. Pero no, el tiempo, el conformismo de la auto-condena, del exilio al no-ser apremian mas que cualquier cosa; ambos se disculpan, se levantan, y siguen por su camino, ninguno indiferente en el otro, pensando en ese momento de ensueño, más significativo, más duradero que toda una vida de “mala suerte” en infortunios, de penas y congojas. Ella acariciaba a su gatito, lo consolaba, y lo consolaba a él a la distancia, por sus ojos tristes, por que tal vez no es la única, no esta sola, que la vida puede dar más oportunidades de ser; sí, de ser, de una vez por todas….Él iba subyugado, transportado a otro mundo, ya no solo, sino con esos ojos verdes que lo cautivaron, ese rostro, ese pelo liso como hilos dorados, ese gatito… ¡¿Negro?!...Demasiado tarde, el pobre, en medio de a calle, abstraído del tiempo y del espacio, y con un auto que pese al bocinazo, lo azota como el peso de todas las condenas que pidió, que busco. Ruidos, gente que se aglomera, las masa que responde al sufrimiento ajeno con el morbo y el voyeurismo, el tránsito que se interrumpe, los rumores le llegan a la ensimismada chica, la que reacciona con un dejo lúgubre, un presentimiento que la abruma; se abre paso, entre codazos…..lo que temía…pobrecito, pensaba, tendido, ensangrentado. Al llegar los paramédicos, la chica desesperada pregunta a qué hospital lo llevan: “Al hospital El Salvador, señorita”.

El pobre pasó la tarde entera entre la vida y la muerte, pero ya al caer la noche se estabilizó. Al otro día la chica lo visita, algo temeroso, como siempre, pero con un sentimiento de culpa, entre la superstición, entre querer verlo, entre saber que entre no verlo más pese a estar vivo o muerto, poco importaba. Él , asombrado de tal visita, luego de los lloriqueos de la chica, de su temor, de las disculpas y el gato negro, atina a decir: “ sí, puede ser superstición, puede ser tal vez superstición, pero mala suerte no, nunca mala suerte”. La mujer calla, su pena es cambiada por una ansiedad poco común, mientras que él prosigue: “Mala suerte no ha sido, puedo decirlo con propiedad; te he conocido, has venido aquí a verme; ¿sino fuera por el gato negro, por esa superstición, te habría vuelto a ver?”….la chica calló. Al otro día lo volvió a visitar, y luego al siguiente, sagradamente hasta el esperado dia del alta. Ese día ambos salieron con una mueca nueva en la cara, una sonrisa del alma, un antifaz de una renovada felicidad, que se contagiaba incluso a un gato negro algo más grande y juguetón que renegaba de estar entre los brazos de la chica.

Han pasado ya 7 años, muchas pasajes y experiencias conjuntas en la vida de ambos, que llevan algo asi como 7 años casados y una nutrida camada de 7 revoltosos niños que cuidar, querer y mimar…más un gato negro más viejo y menos juguetón, el cual, es fiel reflejo de una suerte que quizás no es como la conocemos, por que detrás de una condena puede haber una liberación, detrás de nuestras vidas hay un cuento por escribir…todos somos protagonistas, todos estamos invitados, sólo tenemos que creer en que la vida no esta escrita, no hay condenas eternas, sólo infinitas oportunidades, sólo de verlas, están a la vuelta de la esquina….

sábado, 22 de septiembre de 2007

Entre dinosaurios, Legos, Power Rangers y una guitarra descubrí qué es la vida....

La niñez es una vida aparte, fuera de problemas, preocupaciones, incluso tiempo y espacio. Me crié en un ambiente tranquilo, entre hermanas chicas revoltosas, un hermano punketa, y otras dos hermanas grandes carreteras en ese entonces; una madre abnegada y un papá a veces un tanto cascarrabias. Las cosas se viván con calma, la vida la pasaba como queria, total, el patio era grande, y podía jugar con los legos a mis anchas, crear cada fantasía de mi mente en los bloques a mi antojo, el mundo era mío en cierta forma....sino, podía prender la tele y ver cuanto documental me diera la gana, uno de dinosaurios; alucinaba con ellos, imponentes criaturas del porte de un edificio comiéndose a un pelagato de una pasada, y que vivieron en un tiempo en el que ni siquiera mis papás, los autos o la tele si quiera, existían....y si eso me aburria, podía seguir alucinando viendo los Power rangers, seres tan diminutos como tú o yo, y que luchaban contra seres tan chiquitos como ellos, pero que cuando estos malos se hacían gigantes, los buenos se montaban en robots de última generación y se ponían luchar care palo en plena ciudad....entre esa soledad del niño, que repoco le importa la amistad, si está ese mundo tan grande a su disposición, me acostumbre a cierta soledad, a ver plantas, a jugar con legos, a ver las demás temporadas de los Power rangers y aprender a diferenciar los isquiones, matetarsos y carpos en un Allosaurus....
Me crié un poquitín solitario, entre mi mundo, y una barrera, el mundo real....algo así como un sueño que te impide vivir con los demás, pero lúcido, en el que puedo hablar solo, imaginar cosas infantiles, mi vida si esto o esto otro pasara, o si simplemente caminar y caminar, como siempre, solo...
pero hay un quiebre...el vivir con los demás, en un ambiente hostil: la escuela. Gente nueva, cosas nuevas; no me adaptaba, no lloraba como magdalena cuando me iba a dejar mi mamá, estaba en mi mundo, ella volvería y me llevará a casa, por mientras, seguía con lo mío...
No fui de muchos amigos debo decir, en especial por que preferia ver plantas, buscar monedas en el suelo o hablar solo, para que lidiar con otro ser que hablara solo hacía mí, y buscara conmigo monedas, ya que me las quitaría...
la música me cambió, me definió, me hizo algo más impetuoso, más ingenioso, exterioricé ciertas emociones, fue algo así como un despertar, o un nuevo nexo en este sueño.... la guitarra, puedo decir, que ha sido no sólo mi instrumento, sino que cierta amiga, o una amante, en un sentido algo más sublime....
obviamente en algún momento tuve que ser sociable, algo así como a mediados de la básica, conocer gente, compartir...en resumen, ser uno más, ser parte del mundo, en cuerpo y mente.
todavía sigo con partes de esa niñez, pese a que esa burbuja atemporal, donde lo único importante era que juego sería el siguiente, en el que todo me sorprendía, se había acabado; sigo aramando mi vida en torno a bloques: argumentos en mi cabeza....sigo viendo mounstros: quimeras por realizar, en mi vida, en las de los demás, en superhéroes: la fe en que todo será mejor, si es en Dios, uno mismo, el vecino, poco importa, la música, al saber distinguir en esta rapsodia que es la vida, los matices, los sonidos significativos, las piezas y divertimentos que hacen que está vida valga la pena...
La niñez continúa en su esencia, evoluciona, que matemos lo mejor de ella, es cosa nuestra...por mi parte, no lo haré.