martes, 27 de mayo de 2008

La contrariedad misma

Hay veces que ya no soporto más la ideaita de ser idealista o amable; a veces no soporto la idea de ser fiel a mis ideales o consecuente con mi corazón....entonces, ¿por qué sigo incansablemente esos designios a cada rato?; si se supone que debería odiar, debería de ser el tipo despectivo, irónico, burlón y lejano con la gente que ya no soporto verla, ¡y se da todo lo contrario!. ¿ No será parte de la contradicción humana?, mancillar nuestro orgullo cada vez que podemos, para luego exhaltarlo con la cosa más mínima. O será que nuestro orgullo nos pasa la cuenta, nos golpea y cae como una tonelada de mármol sobre nuestra conciencias; por la boca muere el pez dicen, y así mismo con lo que uno piensa; por que la coherencia existe de por sí fácilmente en los actos viscerales, pero en los actos medidos, planeados, escatimados y descritos con antelación, prolijidad, lujo de detalles, y/o, por qué no, alevosía, las cosas se corrompen, nuestros ideales se derrumban...caen como la Torre de Babel queriendo llegar al cielo incluso antes de poner la primera piedra algunas veces. ¿ Es nuestra culpa?, ¿es un juego divino?, será que no podemos hacer lo que queramos, que desde un deseo fugaz hasta un titánico plan no son más que una niñería, y si son una niñería, para que los vamos a planear, hagámos las cosas y punto, así salen más fácil y si van bien, van bien, y si van mal, así tendrán que ser las cosas.

¿Por qué entonces no puedo exhaltar esa parte despectiva de mi, pese a estar dañado, al tener esa presencia como un estigma que me carcome la conciencia y el duodeno?...dicen que se llama cariño, estima por lo menos...entonces,¿ ese "deseo del corazón existe"?, pues parece que sí, y no es coherente con nosotros, sino que es coherente con lo único que vale la pena darse cuenta: la realidad, más que nuestra volátil mente.

Ahora que la realidad sea relativizable, que hasta el mismo tiempo sea una conveción humana arbitraria nacida de simples percepciones, escatimables por nuestro deseos subconscientes es otra cosa...

Parece que lo que dicen las abuelitas en este cosa igual es acertado:" Siga lo que dice su corazón, mijito". Y todavía no sé que diantres quiere decir.


mmm....da para NO PENSAR más este temita.